Plaquetas en los niños, ¿cómo aumentarlas?

Niveles de plaquetas en la sangre

Las plaquetas, forman parte de uno de los tres grupos de células más importantes que juegan en el sistema sanguíneo (glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas). Los niveles los podemos conocer a través de un cultivo de sangre, mejor conocido como hemograma, dichos niveles nos dictan la condición de salud por la que está pasando tanto nuestro sistema sanguíneo como inmune.

También son conocidas como trombocitos, y su principal función es la de coagular de manera correcta y rápida, la sangre que transita por nuestras venas, evitando de esta manera que suframos sangramientos y hemorragias. Ayuda a la anti inflamación y a reconstruir las heridas, es por ello que el número de los valores que nos arroje un análisis de sangre es de suma importancia.

Un recuento bajo de plaquetas nos puede suponer problemas de salud importantes, sobre todo cuando los que la sufren son niños, pues sus defensas son más débiles y necesitan mantener los valores de las células en correcto estado. A continuación te diremos de que manera te puedes ayudar para aumentar las plaquetas.

Valores de trombocitos

Los valores correctos de esta enzima, suele oscilar entre los 150,000 y 450,000 células por milímetro cúbico, lo cual nos demuestra que tiene un porcentaje bastante alto en el sistema sanguíneo, por eso juega un papel tan importante en el curso de nuestra salud y la de los niños.

Al recuento bajo de plaquetas se le conoce como trombocitopenia, y en el caso de los niños, suele producirse por alergias, dengue, consumo de ciertos medicamentos y algunas veces, por quimioterapias.

¿De qué manera podemos subir los valores de plaquetas?

Aquí te contamos la forma más natural y efectiva de nivelar los valores de plaquetas en el torrente sanguíneo. Con los niños importa mucho la alimentación, pero no dejemos de lado la visita al médico, pues él es el mejor indicado para decirnos cuál es la receta que conviene más, dependiendo de la edad, peso y estatura del niño.

• Frutas y verduras: lo recomendable es añadir verduras a todas las comidas y tomar entre 3 y 4 frutas en el transcurso del día.
• Disminuir el consumo de azúcares, de grasas trans saturadas y aumentar el consumo de agua.
• Aumentar el consumo de alimentos verdes, hígado y huevo, que son los ricos en vitamina K.
• ácido fólico: naranja, espinaca y cereales.
• Dormir lo suficiente: entre 9 y 10 horas al día, recordemos que es una receta para los niños, los adultos deben dormir entre 7 y 8 horas diarias.