Cómo pintar un mandala
Los mandalas son círculos sagrados creados para ayudar a centrar la energía, al ser representaciones simbólicas de la espiritualidad permiten darle paso a momentos de meditación en los que la persona se acerca a lo más esencial de su ser y logra encontrar aquella armonía que a veces se hace tan esquiva en el día a día.
Por lo anterior pintar mandalas es una actividad que poco a poco se ha hecho bastante popular y que al menos en la cultura occidental ha logrado dejar de lado aquella idea de que el papel y los colores era un entretenimiento exclusivo para niños. Lo importante del casos es tener claridad sobre la forma correcta de usarlos ya que esto determina que realmente podamos aprovechar todos sus beneficios.
Pasos para pintar un mandala
- Empieza por seleccionar un espacio tranquilo e intimo en el que puedas llevar a cabo la actividad sin interrupciones y con mucha concentración, asegura una buena iluminación y prepara música relajante para ambientar.
- Haciendo caso a la intuición, ahora es el momento para elegir el mandala en el que vas a trabajar, para quienes recién se inician en este mundo se sugiere optar por las figuras grandes y espaciosas.
- La estética es muy importante en esta actividad, por lo tanto es tiempo de escoger el material con el que vas a pintar. Entre las opciones están por supuesto los tradicionales lápices de colores o las acuarelas y plumones.
- Para empezar a colorear hazlo de adentro hacia afuera si buscas desahogar los sentimientos, mientras si quieres simplemente centrarte deberás hacerlo al contrario.
- Una vez terminado observa y reflexiona sobre lo que te genera.