En la actualidad raras veces nos enfrentamos a una situación de verdadero peligro físico, en que necesitemos hacer uso de éste mecanismo de combate o huida. A pesar de todo la respuesta de estrés sigue presente entre nosotros, lo cual resulta extremadamente sutil  porque tras declarar nuestro sistema nervioso una situación como estresante, las consecuencias de la respuesta pueden ser la adaptación y superación de la crisis o el desequilibrio y la predisposición a las enfermedades de la prisa.

Hans Selye, pionero en la fisiología del estrés, acuñó el término: Síndrome de adaptación general para referirse a las reacciones del organismo cuando percibe una situación amenazante para su integridad, poniendo en peligro su equilibrio físico, social y espiritual (homeostasis). Por tanto un agente estresor es aquel que rompe el equilibrio homeostático.

Los agentes estresores pueden ser:

Físicos : quemaduras, infecciones, fármacos simpaticomiméticos, calor-frío intenso, inmovilizaciones, cirugía, etc.

Psicológicos: se incluyen en esta categoría todo tipo de crisis (situacionales, de maduración, etc.), percepción de vulnerabilidad constante, duelos patológicos, incapacidad para hacer cambios en el estilo de vida, problemas en las relaciones personales, sentimientos prolongados de cólera, miedo, culpabilidad, etc.

Es preciso aclarar que no es la situación en sí lo que genera estrés, lo es la actitud del sujeto frente a la situación, es decir, si lo percibe como un reto o como una amenaza. Un trabajo requiera muchas obligaciones, no tiene por qué generar tensión y el hecho de asumir muchas responsabilidades no es necesario y suficiente para acabar con una úlcera péptica o cualquier otro trastorno asociado.

estres

Selye desarrolló un esquema en tres fases del modo de funcionamiento de la respuesta de estrés:

 Alarma: mediante los órganos de los sentidos y en general cada célula de nuestro cuerpo ( conciencia celular), recoge información. Primero el agente estimula estructuras sensibles como nocirreceptores, piel, oídos, barorreceptores, ojos, etc., y  se liberan mediadores humorales en la comunicación intercelular de las reacciones inmunológicas y  de la inflamación, como por ejemplo el factor de necrosis tisular (TNF) o interleucinas (IL). Toda la información sensorial se transmite hasta el tálamo, donde se  realiza una valoración primaria (a modo de triage) y si es urgente la amígdala toma la iniciativa para dar respuestas. Si no es urgente la información pasa del tálamo a la amígdala y otros circuitos del cerebro emocional hasta llegar a los lóbulos prefrontales. Todas las estructuras trabajarán en este caso en equipo para dar una respuesta más elaborada, más inteligente. La reacción sería adaptativa si se recupera la homeostasis.

Adaptación: nuestro organismo tiene como misión en esta fase realizar los reajustes oportunos para responder con eficacia a las demandas de la situación. La descripción somera de estos cambios podría ser así: cuando sucede algo estresante o se tienen pensamientos de este tipo, el hipotálamo segrega C.R.F. en el sistema circulatorio del hipotálamo-adenohipófifis, en aproximadamente 15 segundos se activa la adenohipófisis y se libera la A.C.T.H. Una vez en el sistema circulatorio se dirige a las suprarrenales y en unos minutos se activa la secreción de glucocorticoides. Esto unido a las secreciones del sistema nervioso simpático (adrenalina y noradrenalina ), y a otras hormonas ( por ej : catecolaminas, glucagón ) producen un catabolismo exagerado de lípidos y proteínas, un aumento del gasto cardíaco, un trastorno de la utilización de la glucosa (glucogenolisis y gluconeogénesis ). Esto se traduce en un aumento de ácidos grasos libres, aminoácidos y cuerpos cetónicos; balance nitrogenado negativo e hiperglucemia.

También la hipófisis segrega prolactina que inhibe la actividad reproductora (durante el estrés). En diversas regiones del sistema nervioso se liberan endorfinas y encefalinas que aumentan el umbral del dolor. La vasopresina (hormona antidiurética) segregada por la hipófisis, provocaría un aumento de la volemia y por tanto un aumento de la presión arterial. En estas circunstancias se inhiben la secreción de insulina, prostaglandinas y hormona del crecimiento (G.H).

Aumenta la memoria y la síntesis de proteínas del estrés, como mecanismo defensivo, modulando la configuración espacial de otras proteínas y regulando el transporte  de moléculas entre los distintos compartimentos intracelulares.

Sin embargo, el patrón de respuesta no es tan consistente. En general los agentes estresantes físicos masivos, como el porno, implican los cambios esbozados anteriormente; aunque la velocidad y la magnitud del cambio en la secreción de una hormona concreta varía en función de la persona y del agente estresante (firma hormonal).

Agotamiento: llegamos a ésta fase cuando tras la percepción de una situación estresante nuestra capacidad de reacción es desbordada y mantenemos niveles altos de activación fisiológica durante largo tiempo, lo cual predispone a la persona a enfermar. No hay un ejemplo más claro de la falta de adaptación de la respuesta de estrés durante el estrés psicológico que el del sistema cardiovascular. Los puntos de las paredes del vaso sanguíneo donde se producen bifurcaciones, son muy vulnerables a las lesiones, aquí se soportan las máximas presiones del flujo sanguíneo. Con la presión arterial elevada y mantenida durante períodos de tiempo largos (en situaciones de estrés repetido), estos puntos de bifurcación se van desgastando (el endotelio comienza a desgarrarse y agujerearse). Después los ácidos grasos, iones calcio y la glucosa quedan adheridos en estas zonas; también por la acción de la adrenalina aumenta la probabilidad de que las plaquetas circulantes se agrupen por debajo de la capa ulcerada. De esta forma los vasos comienzan a obstruirse: aterosclerosis. Cuando el sistema vascular ha sufrido daños parece ser extremadamente sensible a los agentes estresantes agudos.

La arteriosclerosis, aterosclerosis, miedo, agresividad sostenida y no expresada; son factores de riesgo de serios problemas como: infarto agudo de miocardio, angor, fibrilación ventricular y muerte súbita. Estos hechos están relacionados con la personalidad “tipo A” o personas que tienen serias dificultades para expresar saludablemente sentimientos de cólera, viven en un contínuo contrarreloj y son competitivos en exceso.

En la diabetes del adulto (tipo II, no insulino dependiente), el problema reside en una disminución de la sensibilidad de los adipocitos para insulina porque pierden receptores para ésta hormona. Se suele dar en personas obesas, con una alta prevalencia en sociedades occidentales (escasez de ejercicio físico regular y abuso de comidas hipercalóricas y rica en grasas).

Si se produce un período de estrés de varios meses, nuestro organismo reacciona frenando la secreción de ácidos en el estómago, lo cual con bastante frecuencia conducen a síndromes de mala digestión. Durante este tiempo el estómago decide ahorrar energía economizando esfuerzos, disminuyendo el grosor de la mucosa de revestimiento y la síntesis de bicarbonato. Por tanto cuando decidimos comer algo, debido a la estimulación parasimpática se comienza a segregar clorhídrico que destruye la mucosa, dando como resultado una úlcera péptica. En grandes quemados, la úlcera de Curling es  una de las complicaciones que surgen si no reciben el tratamiento oportuno (ranitidina, omeprazol, etc.).

También hay que mencionar dentro de los problemas en el tracto digestivo que la liberación de CRF inhibe los centros nerviosos hipotalámicos que regula el consumo de alimentos produciendo anorexia, el síndrome de intestino irritable (trastorno funcional por un agente estresor psicológico) y las diarreas (aumentando la motilidad en el intestino grueso, los residuos son desplazados con mayor rapidez y no hay tiempo suficiente para que se reabsorba el agua.).

En lo referente a la sexualidad, en las personas estresadas de forma casi permanente, no se libera el factor liberador de gonadotropinas (GnRF) por lo que la adenohipófisis no es estimulada para que segregue LH, por lo que entonces tampoco existe secreción de testosterona ni FSH.  Estos cambios hacen que en la mujer no se produzcan los ciclos sexuales y en el hombre no haya espermatogénesis. El nerviosismo extremo y la ansiedad, lo cual implica la estimulación del sistema nervioso simpático, impide la erección y la excitación sexual. De este modo el estrés actúa sobre las dos dimensiones de la sexualidad: reproductora y placentera.

El sistema inmunológico sufre las consecuencias del estrés de la siguiente forma: como respuesta a un agente estresante los macrófagos liberan interleucinas (IL 1, IL 6 e IL 8) y TNF. Por su parte los linfocitos T liberan gamma interferón e IL 2, IL 4, IL 5 e IL10.  Las IL 1 estimulan la activación de linfocitos T y B y también estimulan al hipotálamo para que libere CRF. Como ya hemos visto acaba con la liberación de glucocorticoides que son los responsables de la atrofia del timo y de la destrucción de linfocitos y en los linfocitos supervivientes inhibe la liberación de IL y de interferones.

Por último destacar que en esta situación de urgencia prolongada la secreción de la hormona del crecimiento (GH) disminuye notablemente, probablemente por la acción de la somatostatina hipotalámica entre otras. Existen casos de niños con enanismo por estrés.

En estos casos las consecuencias del agotamiento son penosas porque en términos de adaptación evolutiva, la respuesta de estrés ha evolucionado para responder eficazmente a emergencias agudas tales como salvarnos la vida en un incendio y no para preocupaciones constantes mientras “descansamos” en el sofá de casa.

https://www.revistapem.org/wp-content/uploads/2016/02/estres.jpghttps://www.revistapem.org/wp-content/uploads/2016/02/estres-150x150.jpgEquipo de redacciónCuriosidadesMultitematicaEn la actualidad raras veces nos enfrentamos a una situación de verdadero peligro físico, en que necesitemos hacer uso de éste mecanismo de combate o huida. A pesar de todo la respuesta de estrés sigue presente entre nosotros, lo cual resulta extremadamente sutil  porque tras declarar nuestro sistema nervioso una situación como...Revista PEM para las mujeres, con la información más interesante de la red